viernes, 24 de julio de 2009


Pasan las horas, rozando la locura, presa de mi poesía, mucho altibajo, poca llanura, soy ladrona y policía. Caen las gotas sin previo aviso viniendo del mas allá, de un inconsciente ya inmanejable que no me deja vivir en paz... De a poco oxidan, esta armadura difícil de abandonar. Tengo una cita conmigo que no me animo a afrontar. Estoy tan lejos de mi que no alcanzo a ver mi esencia. Pobre de vos, hoja en llamas te descargo mi paciencia... En el juicio de los muertos frente a Osiris mi corazón rompería la balanza, y sin embargo no consigo darme cuenta que fantasma dará a luz mi desconfianza. Pero prometo, a más nadie que a mi mismo triunfar de nuevo en este juego apasionado; y el día que ya no le tema a los abismos agradecer a quien estuvo siempre al lado..

Estoy esperando tu llamado mi amor, volve rápido porque mi paciencia se agota, mientras me voy a tomar un café hombros, café.. hombros ja! te amo cara de atorranta!




Solía creer que tenia las respuestas para todo, pero ahora se que la vida no siempre es a mi modo, siento que estoy atrapada en el medio. No soy una niña pero tampoco una mujer, todo lo que necesito es tiempo, un momento que es el mio, mientras estoy en el medio. No soy una niña, no necesito que me protejan, es tiempo de que aprenda a levantar la cara arriba de mis hombros,
he visto mucho mas de lo que crees, ahora no me digas que cierre mis ojos.

jueves, 23 de julio de 2009



Para no verme tan sola me olvidé del olvido.
¿Quién no busca calor?
Para no verte tan solo te viniste conmigo:
amor de contenedor;
que siempre calienta
el alma cuando acuden penas
y empieza el cuchillo a rozar mis venas.

Para ahuyentar las tormentas: ni sin ti, ni contigo.
Conflicto sin solución.
Para encontrarme deprisa si me encuentro perdido:
amor de contenedor;
que siempre calienta
el alma cuando acuden penas
y empieza el cuchillo a rozar mis venas.

Tú nunca dices sí, yo nunca digo no.
Tú sales al trabajo, yo vuelvo de morón.
Tú duermes con la luna, yo duermo con el sol.
Tú en la oficina, yo con el rocanrrol.

Para curar los inviernos, para lamer las heridas,
para volverme más loca me he colado en tu vida,
aunque me cueste la mía.

Para vivir una guerra sin cuartel ni salida.
Para enterrar por un tiempo esta melalcolía
que encharca mis pupilas.

Para no verme tan sola me olvidé del olvido.



www.fotolog.com/julii_22

Necesito darme un espacio en el tiempo
...





martes, 21 de julio de 2009



Dónde las calles no tienen nombre:
Quiero correr. Quiero esconderme. Quiero demoler las paredes que mantienen esta noche. Quiero llegar y tocar la llama. Dónde las calles no tienen nombre. Quiero sentir la luz del sol en mi cara. Ver la nube de polvo desaparecer, sin dejar rastro. Quiero bailar en la sucia lluvia. Dónde las calles no tienen nombre. Aún estamos construyendo y consumiendo amor. Y cuando vaya allí. Iré contigo. Es todo lo que puedo hacer. La ciudad se inunda. Y nuestro amor se convierte en herrumbre. Somos golpeados y soplados por el viento. Pisoteados en el polvo. Te mostraré un lugar. No hay dolor y no hay vergüenza. Dónde las calles no tienen nombre.

miércoles, 15 de julio de 2009


Hoy les voy a contar un poco mi forma de ser, la terrible facilidad que tengo yo para perder: pierdo la ropa y pierdo apuestas, en pocas copas pierdo lo que llevo a cuestas. Pierdo vergüenza cuando estoy con mis amigos, cuando canto pierdo el hilo de lo que debo cantar, perdí el pudor, perdí mil noches frente al mal. Perdí alegría y a la vez perdí inocencia, refugiandome en los libros me sirvió para entender que a mucha gente no le importa la miseria, que solamente les interesa el poder. Perdí la fe en la democracia cuando ya no me dio gracia ver que manejan los hilos de la nación los que tienen un dolar como corazón. Perdí tiempo y dinero, Perdí el fuego, perdí el celo, perdí el duelo, perdí el arte de soñar, algunas noches pierdo el recuerdo, pierdo la cuenta ya de todo lo que pierdo. Pierdo la voz de la conciencia, entonces quedo hablando sola, me pierdo de polo a polo en encontrar alguien con quien poder reír, poder llorar. Tengo suerte de no a ver perdido un diente refugiado en agua ardiente, nunca se cuando parar, pierdo la vida en una vuelta de ruleta, pierdo la bocha por hacer un además y me hundo en el primer surco profundo perdiendo de nuevo el rumbo de la dama que fui. Pero una noche esas que creí perdidas, jugando a las escondidas con el amor me encontré y así fue que me robaron algo valioso, estoy agonizando y le quiero pedir, por dios que usted busque por mi ese hombre que me robo de una mirada mi sensible corazón, no puedo ir yo porque perdí su dirección.