miércoles, 25 de marzo de 2009
Gata mojada de lluvia, que aligerando los vicios sale a andar por la cornisa sin caer al precipicio. Parece una atorranta cuando canta, parece que se deja y no se deja, te da la sensación cuando camina que en vez de una mujer, llegan dos minas. Parece medio loca y te provoca porque el tango en su boca es un gemido. Parece que ya nada la sorprende, parece saber todo de la vida, parece pero no es lo que parece, es una gata herida.
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